COGITO ERGO SUM


domingo, 20 de octubre de 2024

Adiós invierno

 El invierno acaba una vez más, despoja a los árboles como a las personas de todo aquello que ya no suma, ni resta.

El invierno se lleva una vez más todo lo que no ha sido, para dar paso a las posibles vidas que pueden emerger de una risa, de un llanto, de un reencuentro, de una mirada, o bien... de cualquier cosa.

Si, me gusta pensar en cualquier cosa, porque cuando surge lo más inesperado es que comprendes por qué todo lo que tenía que irse se fue.

¿Porque no existen volcanes donde debería existir hierba?

Por qué, por qué, la palabra que no ha dejado de retumbar en mi cabeza hasta la noche que sentí que alguien me quería, solo ahí pude cerrar el círculo de todos mis por que.

Y sentir una pequeña venganza hacia algunas personas del pasado y hacia las personas que me negaron lo único que quería, sentirme un poco querida por ellas.


La brisa del mar a 300metros, la ropa rota, y un largo etc. de cosas que se mueven al compás de un ¿Por qué?

Esa noche pensé que podría ser libre, curiosamente lo que más había anhelado ahora se convertía en un “¿realmente lo quiero?”

Viendo el tiempo en retrospectiva pienso que solo fue un instante al cierre de un por qué y entender el adiós al invierno.

Ahora solo tengo un ¿Para qué?

Y no tengo respuesta, puesto que mi cabeza ahora solo entiende de “estoy agotada”

Guardo ese “para qué” para el verano que se asoma al ritmo de los vientos del norte.


Escrito por:  Mademoiselle Parapluie.

Pdta: Septiembre, llegó la primavera, y con ello adiós a los 6.

sábado, 19 de octubre de 2024

Ojos amarillos

 El inicio ya era complicado, imagínate ahora sostener lo complicado por una vida.

Como todo cuento de hadas, uno nunca ve el centro de la historia, pero mientras pongo esto en papel, pienso.

¿En qué punto falle yo?
Esa idea me carcomió por algunas semanas, podría darle mil vueltas al asunto (lo cual sucedió, sumado a la alineación de los planetas) pero ahora que eso esta fenecido, ya no importa.

Y sí, enumeraría, pero ¿Para qué?

Quizá el punto preciso es que todo esto me recordó una vez más que debo confiar más en lo que creo sentir que en la palabra ajena.

La gente suele mentir para quedar bien

Suele mentir para no hacer entristecer a los demás

Suele mentir porque no es capaz de decir lo que siente

Suele mentir para creerse su propia mentira

 

Y en todas las veces supe que me mentían, pero yo, yo solo quería creerle un poquito.

Quería creer que el reloj tenía 14h y en todas ellas no había espacio para mí porque su mente volaba en otros planetas.

Quería creer que algunas cosas son así porque no siempre se puede.

Y en todas quería creer algo que ni yo misma lo creía o ... ¿quizá sí?
Finalmente, como toda mentira, ninguna termina de cerrar el círculo y se destroza.

Se destroza rompiendo algunas hojas de plantas con hojas de color rojo para preguntar algunas tonterías.

Esa media mañana, con mi mejor atuendo, mi labial favorito y una cartera cargada de emociones supe por 6ta vez que era saber que no era elegida una vez más.


Escrito por:  Mademoiselle Parapluie.

Pdta: Agosto