Busco las palabras exactas para descifrar a este minúsculo ser que aparece en cada otoño, pero que a cuestas de entrada la primavera, simplemente desaparece como abeja al caer la nieve.
Debería haber sabido que otra vez se volvería a repetir la historia, dejar abandonado el matorral, y quizá, solo quizá por ello, es que nunca nos atrevimos a sembrar más, nunca nos atrevimos a limpiar ni a ver más allá, lo cual, lo último, ha sido un error que hoy se manifiesta en la lluvia que cae sobre el matorral.
¡Lo sabíamos! Pero ¿Por qué? Gritan todos, mientras uno llora recordando la misma sensación que sintió en el pasado... y cuando todo parecía caer, llega el ser minúsculo y nos da el gran discurso de la vida.
Escuchamos en silencio y nos abrazamos a las pocas semillas que estábamos empezando a tirar, mas no decimos nada y nos quedamos una vez más, como hace 4 años, solos y en silencio
¿Quién podría entender el proceso de una semilla para crecer?
¿Quién podría ver en un matorral un jardín?
Todos, menos el minúsculo ser que ahora vuela alto sobre el “jardín” que ha encontrado y por el que se ha dejado atrapar por 4ta vez.
Nos vamos como habíamos vuelto por 2da vez, dejándolo así, como un matorral y buscando un nuevo espacio para hacer florecer lo que anhelamos querer.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: La primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda será culpa mía




No hay comentarios:
Publicar un comentario