El juego inicia con 2 jugadores un poco muertos por dentro, o quizá uno aún no lo saben.
Uno entra por razones que he intentado descifrar, y hoy, al finalizar el juego, veo que solo entro por tener una ilusión, pero mal manejada, sí, una que todos los seres tienen, pero cuando no tienen la madurez emocional para diferenciar entre lo real de lo falso, porque cuando va a ganar el juego, simplemente desaparece y el juego queda otra vuelta, en 0.
El 2do jugador entró porque venía de jugar uno donde por querer avanzar más rápido perdió, entonces por el solo hecho de querer ganar esta vez, una partida, sí o sí, (el ego en su máxima expresión) hizo todo el recorrido, hizo avanzar las fichas, corrió 2 veces los 100metros y hasta se auto engañó de que el premio ofrecido le podría gustar y ser feliz.
Pero como solemos decir, la realidad siempre se impone ante los auto engaños, las excusas y las ilusiones, y sí, otra vez perdió, no porque fuera muy rápido, sino porque olvidó que todo juego que eligió jugar era de 2, y otra vuelta ahí, sin el premio deseado, pero entendiendo que ya no lo quería tampoco, porque los premios, en los torneos, solos importan cuando son 2 las manos que van a alzar la copa.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: En un mundo donde todo transita hacia la rapidez, el juego que nunca acaba se alza una vez más sin gracia.




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