Hay un pequeño hoyo que me hace sentir que debo volver, pero a la vez, la fe me dice: “¿pero, por qué? Tu no buscas ello”.
Y mientras esto pasa, hay mil aventuras que suceden a mi alrededor, y para que nada duela, decido no darle importancia para entregarme al mar.
¡Sí, el mar! Lugar de donde procedo, y aunque las aguas se vean cristalinas, me parece demasiado perfecto para ser real.
Dime tu, ¿cuántas veces puedes creer que nada bueno puede pasarte?
No lo llames mala suerte, llámalo experiencia, pocas expectativas, en todo caso, su nombre correcto es “Vida”.
El tiempo pasa y el panorama parece un poco más claro para mi yo del futuro que ahora escribe, pero antes de esto el mar abrazaba y la fe se me iba.
¡Olsen! ¡Olsen!
Nunca vas a poder adivinar hacia dónde va el mar si no eres la marinera que deja ver el vuelo del viento.
Hoy el mar se aleja de mí y no tengo pena, mientras que la fe por lo que creo se disipa de las emociones que manejan a los débiles.
Hoy vuelvo a tener la cordura para manejar mi propio barco.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Más allá habrá un lugar donde ....




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