Si me hubieran preguntado, como iba a acabar el año, no hubiera tenido la respuesta correcta, porque yo he aprendido a no desear, a no anhelar ni imaginar nada de lo que no esté a mi alcance, puedo fantasear con una idea e imaginar escenarios alternos y luego decir: “yaaa, estuvo bonito soñar” y es que es parte de madurar y ser adulto... es aprender a identificar lo real de lo falso.
Y eso fue lo que pasó ene l año, un bucle más de lo que ya había vivido tantas veces, pero curiosamente, volvió a pasar como en la 1era vez, en la absoluta soledad.
Reconectando con quien soy yo en luz sin las programaciones, expandiendo mi mente y llorando todos los días por haber comprendido al 100% todo lo que alguna vez me había hecho dudar y decir: “Algo falta”, ahora ya no faltaba nada... entonces ¿Para qué todo esto?
¿Te imaginas vivir con tanto conocimiento y no poder decirlo a nadie?
Imagina ver el mundo y saber que ya nada es real
Ver la vida de otros y saber que ellos nos son ni dueños de sí mismos
¿Te imaginas tener que vivir porque te toca pero no por propia voluntad?
Los sueños lúcidos, las revelaciones, las respiraciones, el desvanecimiento del ego, el romper la materia, expandirte en amor y dejar de alcanzar hasta lo más mínimo para solo querer escapar.
Entonces solo queda el gran vacío con el que tienes que vivir,y reinventar una vez más tu vida, pero ahora con todas las piezas, quizá sabiendo que este sea el último viaje aqui.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Adiós 12 meses



