Las
cosas dieron un gran giro de emociones desde la última entrada, que
no fue más que un grito de exhortación a sentimientos que no quería volver a repetirse por vez 3era o 4ta, ya no recuerdo cuantas veces
fueron, pero si recuerdo que fue la vez en que me di cuenta de que nunca
cambiaría.
Es increíble el poder que tenemos cuando empezamos a darnos cuenta de las cosas sin ningún matiz de sentimientos más que la cruda realidad.
¿Por qué tendría que estar yo ahí cuando podía sangrar y nadie venir a auxiliarme?
Ha
sido hermoso amanecer sabiendo que esta pre primavera sería diferente
al anterior, uno lleno de paisajes invaluables de belleza, de largas
caminatas comprendiendo por qué me toco todo lo que llegó a mí....
Aceptando que hay situaciones que no van a ser diferentes, pero
depende de mí decidir, aprendiendo a retirarme a tiempo aun cuando
sentía que me cerraba una posible puerta, pero solo el tiempo y la
calma de ver sin apegos me hizo dar cuenta que hay aprendizajes donde
no hay necesidad de sufrir cuando aprendes a reconocerte y ponerte primero.
Quizá eso ha sido el mejor regalo de esta pre-primavera, pequeños pasos de
autoconocimiento, de hablar conmigo misma reconociendo al otro, a mí
y a atreverme, aunque los miedos rodearon invitándome a bailar el
ultimo baile de invierno.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Meses de ausencia
Diríamos que me siento como esa dama, frágil y valiente




No hay comentarios:
Publicar un comentario