1 año atrás cantándole al sol y escribiendo poemas mientras el sol se ocultaba y derramaba alguna lágrima de emoción y sentaba los cimientos de lo que hoy sería todo lo que tengo, lo que soy.
La primavera, estación favorita por excelencia donde siento que mi alma se renueva, donde siento que todo lo posible puede convertirse en realidad para abrazarme con todo el amor que tengo y las palabras de aliento que tengo para seguir en el largo camino de las metas y propósitos de vida.
Has sido esperada, amada en silencio, guardada en esa profunda conversación que no es más que un monólogo entre mi yo y mi yo después de ti.
Me emociona saber que después de la primavera puedo volver a contar los meses siguientes y decir.
¡He florecido!
¡He crecido!
Y aunque siga costando algunos llantos, pero ya no mas un ¿Por qué? sino preguntándome ¿Para qué?
Crecer, crecer, crecer y abrazar todas las nuevas formas, porque al final florecemos en distintos campos cambiando de pétalos pero no de semilla.





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