COGITO ERGO SUM


viernes, 24 de septiembre de 2021

Ayer fue primavera

1 año atrás cantándole al sol y escribiendo poemas mientras el sol se ocultaba y derramaba alguna lágrima de emoción y sentaba los cimientos de lo que hoy sería todo lo que tengo, lo que soy.

La primavera, estación favorita por excelencia donde siento que mi alma se renueva, donde siento que todo lo posible puede convertirse en realidad para abrazarme con todo el amor que tengo y las palabras de aliento que tengo para seguir en el largo camino de las metas y propósitos de vida.

Has sido esperada, amada en silencio, guardada en esa profunda conversación que no es más que un monólogo entre mi yo y mi yo después de ti.

Me emociona saber que después de la primavera puedo volver a contar los meses siguientes y decir.

¡He florecido!

¡He crecido!

Y aunque siga costando algunos llantos, pero ya no mas un ¿Por qué? sino preguntándome ¿Para qué?

Crecer, crecer, crecer y abrazar todas las nuevas formas, porque al final florecemos en distintos campos cambiando de pétalos pero no de semilla.



Escrito por:  Mademoiselle Parapluie

Pdta: Ayer fue primavera, caminé contemplando los árboles de noche y conversando un poco conmigo así como leyendo sobre la gratitud y a Leibniz, ¿Estamos en el mejor mundo posible? yo creo que sí.
Me quiero y te quiero.


viernes, 10 de septiembre de 2021

Verguenza

Hay cosas que siempre están ahí pero no las queremos ver porque sentimos vergüenza de verlas y porque nos sentimos culpables a la vez. 

Ayer sentí eso mientras miraba unas fotografías y me sentía no digna de ingresar a un lugar que tantos años hubiera querido hacerlo, pero por lo que arrastra la vida y crecer (equivocándonos) no pude (quizá aún estoy a tiempo?) sentí vergüenza de sentir vergüenza y esto no solo me llevo a pensar en ese lugar sino a todas las fotografías que guardo en mi memoria, como ese lugar que no quiero ver porque es la vergüenza que cargo “Tomo para olvidar, para olvidar que tengo vergüenza” entonces todas esas fotografías se colan en mi memoria haciéndome recordar las palabras que mi propia sangre me dijeron y me hicieron llorar amargamente. 

Sí, me avergüenzo de tener vergüenza, de saber que hay eso y no querer tocarlo pero que se, que si no lo toco no podré ir más allá y seguiré llorando como ayer. 

No sé si sea el tiempo, pero dime ¿Cuándo es el tiempo? ¿Cuándo vuelva a sentir eso y solo llore? 

Eso, de lo que siento vergüenza forma parte de mi historia, no como una vergüenza de lo que soy sino de lo grande que podemos ser desde donde vengo, y ahora es un viaje que debo descubrir no viajando miles de kilómetros como aprendí a amar a mi país y mis raíces andinas y selváticas, sino un viaje hacia el interior del otro y del mío al momento de hablar. 

 “Porque no lo tenemos lo hicimos todo” 

Porque soy de una arena que se hizo grande.