Todo lo vivido se resguarda en una
lágrima que no pretende caer en vano.
¿A dónde va el mañana si no es más
que un suspiro del futuro?
Ríos profundos en los que navego
una vez más antes de mi natalicio.
Me adentro en un vestido morado,
una casaca japonesa y un gorro francés.
Camino entre enojo y
entretenimiento.
Al final de todo siempre he hecho lo que he querido.
Para mi bien o para mi mal.
Para mi bien o para mi mal.
Tarde solaz que termina por
convertirse en un atardecer iracundo y melancólico.
¿En qué piensas cabecita de
algodón?
¿Cuántas veces diste la vuelta al
sol sin saber que esta edad llegaría?
Ya no hay dolores que embarguen ni
metas no soñadas que añore.
Tampoco hay recuerdos que adolezcan
o canciones sin final.
Le he puesto un punto final a los
amores del pasado, a las indecisiones y a la poca valía en no decir adiós.
Me he vestido para ser quien soy
hoy por hoy.
Un presente que se pierde en mi
mirada por un horizonte que me hace sentir que soy mar, aire, fuego y tierra.
Miro el pasado con una sonrisa
tímida y sigo tirando piedras, gritando todo lo que no he llorado y lo que
aún me duele, como la inagotable fuente de amar más allá de la muerte.
Uno nunca olvida en la felicidad ni
en la tristeza a quien ama.
Intento encontrar alguna piedra
en forma de corazón mientras juego con algún cangrejo.
¿Hacia dónde va la vida?
¿Dónde está la vida?
No quiero pensar más que en
despedir ese año, un año intenso, flojo por momentos, de desprendimientos y
búsquedas absurdas pero que al final me enseñaron que mientras más piensas
menos sucede.
Voy hacia un viaje nuevo.
Se quién soy y que el mundo es mi hogar.
Se quién soy y que el mundo es mi hogar.
Adiós y bienvenida a este nuevo año
de vida.
AMDG
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Escrito el 30 de marzo luego de un día antes de mi cumpleaños, un poco melancólico luego de tanta algarabía.
Pdta: Escrito el 30 de marzo luego de un día antes de mi cumpleaños, un poco melancólico luego de tanta algarabía.





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