COGITO ERGO SUM


miércoles, 30 de enero de 2019

Alebrestar

Una nube se guarda a la sombra de mi ventana
Miro con ojos ansiosos y llenos de algarabía.

Cada vez que las veo,
Recuerdo cada momento que pase observándolas desde lo alto de un cerro, una azotea o quizá tirada en un parque.

Mis años se han dividido muchas veces entre el cielo y el mar.

Toda mi vida me ha fascinado el cielo con su forma infinita y majestuosa, que va acompañada de nubes, soles, lunas, constelaciones y estrellas fugaces.

Otras veces ha sido el mar con su color azul verdoso lleno de misterios.
Y no es ajeno que el mar me haya llamado desde la infancia
Soy un pez, y los peces somos así...

Nadamos en la inmensidad de pensamientos, sentimientos, emociones y reflejos del propio ser.

Como algunas veces me cuesta vivir aquí, me refugio en la vista al cielo esperando ver a venus, otras veces me refugio en el atardecer del océano pacífico. 

¡Dichosos los ojos que pueden ver la inmensidad de la naturaleza!

¿Qué sería yo sin un poco de agua para subsistir espiritualmente y sin las nubes?

Un alma que no ha visto la belleza en todo su esplendor...
Un alma que andaría deambulando sin haberse llevado en sus pupilas un poco de cosmos.

Eso sería.


Un alma incompleta...



Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Antes que mueran las horas en el minuto quería escribir lo que sentí al recordar las nubes que vi.

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