COGITO ERGO SUM


viernes, 26 de septiembre de 2014

No era demasiado bonita

No era demasiado bonita para impresionar a alguien que no conocía, había resuelto muchas veces ser bonita ante algún conocido.

Hoy no conocía a nadie más que ella misma, al menos creía conocerse un poco.

Ojos negros, cabello oscuro y piel blanca con algunas huellas imborrables de la varicela. Sì. Eso era ella frente al espejo.

Dio las 5:00pm en punto, debía salir de la estación de tren y enfrentar lo poco bonita que se sentía ese día.

¿Resultaba justo sentirse algunos días demasiado bonita y otros poco?

En la primaria niñas de un grado más que ella le habían dicho que era fea, que ese mechón inmenso que llevaba sobre la frente la hacía ver como un personaje de alguna novela mal escrita.

Desde entonces aprendió a convivir con lo que la gente dictaba sobre ella, fea, bonita, débil, tonta, linda, lenta y más.
Todos habían dictado en algún momento quien era ella.

Mientras seguía frente al espejo preguntándose si en verdad era todo lo que decían consideraba que no era demasiado bonita como las actrices y tampoco tan fea como las compañeras de curso, y aun así, se sentía culpable de tener que decirlo o tener que aceptarlo a oscuras, pues sabía lo que era ser vista con ojos de fealdad.

Mientras peinaba su cabellera se preguntaba si en el mundo, si en ese preciso instante, en alguna otra parte del mundo alguna persona mas se sentía poco bonita.

"Todas las personas, incluso las más bonitas se han sentido feas en algún momento"

Se repetía incansablemente a sí misma como una manera de justificar esos pensamientos que no quería que solo le correspondan a ella, quizá como una manera de no sentirse tan egoísta por un momento y a la vez poco bonita ese tarde de octubre.


Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Hay días en lo que me siento fea.

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