COGITO ERGO SUM


lunes, 8 de septiembre de 2014

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía


Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de es otra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,


Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Médulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;

Polvo serán, mas polvo enamorado.

Poema: Francisco Quevedo y Villegas



Pdta: Dedicado a Arturo Jara.

No hay comentarios: