La presente entrada
está basada en una postal enviada por triple A -612.
Los seres humanos necesitan ilusiones para continuar remando en un barco a la deriva.
Dime tú... si esto no es más que real.
Te crees el cuento de un desconocido que te da la seguridad y el sueño de lo que podría ser real en tu programación.
Hasta que tienes el encuentro 33, y te das cuenta de que otra vuelta eso es una trampa.
Que prefieres creer que alguien más construye lo que tú misma podrías atreverte a hacer si ahondas en tu interior.
La carta 33 te ha hecho reflexionar, entender que no habría por qué aferrarse a ninguna ilusión, que al final es solo eso, ilusión.
Nada que inicie tan rápido es real, así como nada que genere ilusión en una.
Si en el 2do vuelo aprendiste a sentir, ahora debes acompañarlo de la observación.
Observar entre lo que dice el verbo y lo que hace su mano derecha radica el tercer precepto alejándonos de todo lo que no es esencia.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: La carta 33 trajo mucha soledad, desde el sentimiento de saber que son pocas las esencias y debemos huir de los portales, de la ilusión, de maya y de todo lo que no lleve al hogar.
Estoy hablando conmigo mismo y trascendiendo para el reconocimiento ajeno.




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