La lógica del algoritmo dice que debería llorar por alguien.
Todos lo hacen, mas yo empiezo a imaginar de manera automática mis viajes en los trenes de México y todos los viajes por américa latina, recordando que alguna vez fui libre de poder hacer y deshacer todo lo que podía construir, y dejar sin mirar atrás, pero con lágrimas.
Empiezo a recordar los paseos infinitos, mi caminar vagabundo por todos esos países que recorrí. Ninguno me recuerda a aquí.
Me llena e hincha el corazón recordar que alguna vez fui feliz, y es esa misma felicidad la que me permite abrazar los nuevos momentos que vivo aquí, sintiéndome que por primera vez en mi vida puedo construir algo sin irme (hasta ahora sucede así) sabiendo que construyo un futuro que a veces, solo a veces me cuestiono si sera tan real como creo imaginarlo.
A veces salta ¿Y si lo dejo todo? ¿Y si vuelvo a lo que fue?
Pero se que el volver siempre duele, porque es solo la fantasía del momento, de sentirnos que somos libres, pero la mayor libertad es la de poder elegir sin miedo, sin remordimientos luego de las circunstancias, de saber que donde puedes estar, eres libre de tus decisiones.
Quiero sentirme así otra vez, pero aún no puedo.
Quiero volver a viajar, a abrir las alas, emocionarme de tener el ticket, de alistar mi mochila, de viajar y mandar a la mierda todo, de sentirme que puedo ser todos los yo que recreo en mi mente, lejos de aquí, imagino entonces el próximo viaje en mi mente y siento esas mariposas que ningún chico me ha hecho volver a sentir dentro de mi.
Tomando el próximo vuelo, imaginando todos lo nuevos paisajes y todos los nuevos cielos.
Lloro de emoción como si alguien me besara, pero ahora soy yo misma besándome el corazón.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: Ayer al caer la noche (post navidad) me salió en el reproductor esta canción https://www.youtube.com/watch?v=z6tDHN20h7s y fue de esos sentimientos que no sentía hace mucho, luces apagadas y el corazón en la mano, era una canción de amor (luego me enteré) pero yo empecé recordar el cielo mexicano y todos los cielos viendo mi vida pasar. ¿Dime si no es hermoso?
Amé cada segundo de mi escarapelada piel, gracias por recordarme que todo lo que hago tiene su razón aunque a veces me confunda con el mundo, con lo que no tiene real valor y crea que la vida es eso.
Pido perdón a todos los sueños que creemos olvidados.




