Sentarse a escribir y recordar heridas descubiertas es un ejercicio poco mecánico, y más aún si han pasado más de 5 meses, pero sí, digamos que valdría la pena si han pasado 5 meses desde que aprendí sobre lo que ya no duele y sobre lo que no debería pasarle a nadie sin importar su género.
Número 1:
No importa que tan laureada puede ser una persona, los títulos que tenga, las charlas que haya brindado, que tan buen hijo, padre o líder pueda ser, incluso,si tiene un proyecto que protege a la naturaleza o la niñez. La maldad, la inconsciencia y las bajas pasiones hacia el más débil siempre saldrán porque así son las malas personas, para la maldad no hay un prototipo de persona ...Porque sabes? Hasta Hitler era vegetariano y no tuvo corazón para mandar a matar a miles de judíos.
Número 2:
¿Cómo reconocer a una buena persona?
Podría entrar en debate el ¿Pero qué es una buena persona? no ahondaré, quizá puedas entender el termino bueno sin necesidad de que sea explicado.
En mi larga experiencias con altas y bajas caídas masculinas pude darme cuenta que alguien bueno es quien te trata con respeto, respeta tus pensamientos, considera tus sentimientos teniendo empatía, aun sabiendo que no va a "ganar", "recibir" ni "obtener" nada de ti, ya sabes a qué me refiero.
Número 3:
La mejor solución para que nada, absolutamente nada te duela en relaciones humanas es:
Conocerla y no ponerle más características de las que esa persona te va mostrando así como no esperar nada de él/ella. Acéptala tal y como es y si no te gusta dile chau.
Eso me ha ayudado a que ya nada me duela como hace años.
Número 4:
Dejar de controlar las cosas, siempre lo escuché pero nunca lo viví hasta ahora que tengo un trabajo donde se que yo no puedo con todo sumado a los 5 proyectos en los que me metí.
Aprender a confiar en el trabajo ajeno es algo que me cuesta pero que ahora voy lográndolo, no es fácil, pero se que ese miedo debo quitármelo y lo estoy haciendo.
No se siente mal porque no soy un súper héroe ni el mundo se va a acabar porque no lo haga yo, me dolerá la cabeza un rato pero habré aprendido a vencer ese miedo.
Número 5:
Siempre me quise llamar luka si era niño o si era un ser androgino, quizá por ello mi gusto por tener el cabello corto, esta vez como un homenaje a Luka y a un ataque de ansiedad que no tuve desde hace años.
Cortarme el cabello ha reducido 2 cosas, el dejar de mirarme al espejo, olvidando así un poco mi vanidad y olvidar el rostro de la inocencia que tenía para enamorarme y llorar por todo el que me hacía suspirar, lo siento, ahora soy un poco Luka, un poco yo adulta o quizá solo un niño que no quiere que lo lastimen como a él.
Número 6:
Este último lo reservo para el 6to mes, aun no tengo claro el concepto de lo que quiero dar como consejo porque aún no se cómo acabará esto que vivo.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie
Pdta: El clásico recuento de los meses y de lo vivido.