"Los meses de espera a un encuentro final frente al infinito celeste de pompas de jabón junto al gran azul se hizo luz.
Todo era perfecto, la luz, la noche, los animales que salieron en medio del césped y una conversación con pie a la espera del gran fin que así se dio"
Escribo esto recordando ahora, ya alejada de toda emoción de lo que pasó en su momento, puesto que la realidad de lo esperado siempre se termina transformando y mostrando no solo en una parte de lo que se cree ser, sino un total "Este soy" y así fue como sucedió.
El primer impacto siempre duele, pero he de decir que esto no fue tan abrupto ya que algunas distinciones habían ido sucediendo, mi yo sumamente perspicaz me dio un espacio para darme cuenta de una parte, mas no del todo.
¿Cómo saberlo?
Y es que no hay nada más grandioso que la propia vivencia que hace que todo se deslumbre, reluzca y vea casi en desnudo al otro, pero no uno total, porque la apertura del interior no tiene en absoluto relación con el exterior.
Al final del tiempo uno puede reconocer los desaciertos propios y los ajenos, los silencios sin interpretaciones y las palabras convertidas en claves que solo con el pasar de los días uno puede atreverse a descifrar y decir: "Ahora entiendo"
Mientras termino de recordar todo como un "flashback" no puedo dejar de pensar en esa imagen que tan solo yo vi y que es finalmente como quiero recordarlo todo.
"Un cielo azul se agacha a ver una hormiga
unas pupilas se dilatan con una sonrisa esperada
mientras el sueño de haber encontrado lo ideal
se funde en otro
y todo no resulta durar más que...
una pompa de jabón,
la pompa #25
de la que solo queda
el infinito color celeste
junto al gran azul"





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