COGITO ERGO SUM


viernes, 4 de septiembre de 2020

Disfunción de la luz

Contemplo a lo lejos un cuadro del que solo tengo el marco a primera instancia, podría ver a más profundidad pero no lo hago, porque simplemente no quiero estar dispuesta.

El tiempo pasa y el cuadro sigue ahí, diciéndome: "Mírame, mírame por favor"

Hasta que un día sin darme cuenta lo veo, y veo recuerdos del pasado mezclados con cosas nuevas pero que no son más que pedazos de cuadros rotos, todo me parece mal hecho pero ya está,¡Qué más da! Estoy frente al cuadro y me atrevo a verlo.

El tiempo pasa y de cuando en cuando me acerco a el. 

¿Tengo miedo de verlo? 

¿Tengo terror de algo que no alcance a ver o quizá solamente me confunda cuando lo vea?

¿El cuadro se aleja de mí o yo de el?

Paso mis días sin acordarme de el hasta que la idea de entrar al salón y observarlo vuelve.

Creo estar más dispuesta y más liviana.

Entro al gran salón que siempre esta oscuro porque no hay donde poner las luces, y ahí está, pero me doy cuenta de que no me basta con mirarlo solo una vez, necesito mirarlo muchas veces.

¿Cuántas necesito?

Me obsesiono queriendo ver un poco de luz en medio de la oscuridad que se guarda entre la niebla que roza el gran balcón con la bandera negra que flamea a duras penas.

Me paso la noche y algunos días intentando calcar, quiero aprenderme de memoria todo el cuadro para luego sacarlo al jardín.

Mi intentos parecen inútiles porque cada vez que pienso que he logrado calcarlo no alcanzo, no puedo, siento que algo falta, que algo no termina de encajar, no lo entiendo, y la no comprensión me frustra, me repito a mí misma que si se puede, intento creérmela pero al final queda el "Sigamos"

Alcanzo a dibujar el balcón, los abedules, y el pasto medio muerto, pero ya el solo hecho de haber logrado eso, me alegra.

Y de pronto cuando me siento encaminada... 

Todo se mezcla, se hunde, se rompe el lápiz, el papel se quiebra. 

Voy corriendo a mirarlo y esta más oscuro que antes, lloro sin entender por qué lloro, pero estoy ahí, llorando porque no puedo, porque aunque haya tenido todo nada funciona, y más aún porque todo luce más oscuro de lo que ya era. 

Quiero sacar el cuadro hacia la ventana, pero todo esta nublado.

Quizá deba dejar pasar los días.

Quizá deba dejarlo ahí y no volver a verlo.

Quizá deba aceptar que esta vez no pude ver.

O quizá solo deba entender que mucha luz ciega y destruye.

“Solo amanece el día para el que estamos despiertos y aun así 
el amanecer sigue su curso” Henry David Thoureau

Escrito por: Mademoiselle Parapluie

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