Escucho un Icaro Chamanico y siento nostalgia por donde fue el
inicio de mi creación.
Imagino mucho la vida de
mis padres antes que yo naciera.
En medio de la selva,
lejos de la civilización, curándose con plantas, poniéndose botas para las
lluvias fuertes.
Las ollitas un poco negras de prender el fuego con ramas.
Papá durmiendo en
cualquier lugar, como siempre le ha gustado, sentirse libre de comodidades y su
inexplicable vida aventurera.
Imagino a mamá un poco más protegida que mi padre pero igual, con mucho calor y su hermoso cabello largo.
Yo...
¿Dónde figuro yo?
Aun soy esencia pequeña que sueña con la fantasía de crecer ahí también.
Todo huele a mojado, las hormigas pasean a costa del río y sus pequeñas patitas tienen que sobresaltar el barro de la lluvia anterior.
¡Hay vida!
¡Cómo no!
La selva está llena de animales, de plantas, de algunas personas que huyen de la civilización, de algunas que nacieron ahí y otras que buscan encontrarse dentro de la profundidad de un bosque selvático.
Fuimos para allá, digo que fuimos porque voy cobrando vida.
El desarrollo del embarazo y todo lo que hace la madre influencia mucho, supongo que por ello mi extenso amor a la naturaleza y la de querer vivir primitivamente.
El Icaro Chamanico ya casi acaba, pero la sesión de ser uno no.
Todo inicia como la lluvia
que coge a mis padres, más cerquita del río, más cerquita de la alegría de
vivir y de no olvidar jamás nuestras raíces, porque del campo somos, del campo
venimos y al campo nos iremos cuando en nuestro estado físico ya no estemos.
Escrito por: Mademoiselle Parapluie.
Pdta: La imagen es del jardín de mi papá.
Un texto inspirado en un icaro.
Pdta: La imagen es del jardín de mi papá.
Un texto inspirado en un icaro.





