
Imagina que un día un soplo de viento lleva tus deseos para que el cielo vuelva a pintarte de azul.
Imagina que un día tu casa te envuelve como un nido y te mete suavemente en el viento otoñal.

Imagina que un día te olvidas lo que es caer, no necesites alas para volar.
Imagina que un día las raíces se beben los ríos, las ramas se enredan con las nubes y un árbol es una escalera entre la tierra y el cielo.
Imagina que un día el borde de un mapa es solo el punto de partida desde donde podemos partir.









